La semana pasada asistí a las III Jornadas de Formación y Empleo: Los estudios de doctorado y la formación de los investigadores en Comunicación, que se celebraron en la Universidad de Alicante, organizadas por la Asociación de Universidades con Titulaciones de Comunicación (ATIC) y la Asociación Española de Investigación de la Comunicación (AEIC).
Inicialmente acudía para asistir al comité científico de AEIC, pero me incorporaron en el programa para moderar una mesa con comunicaciones de diez doctorandos. Siempre me propongo aprender, cuando participo en cualquier jornada o congreso, pero cuando además, los contenidos vienen de los futuros docentes e investigadores, suelo poner las antenas con mayor intención. En esta ocasión, me tocó presentar y moderar, junto con un colega de Alicante, un panel de posters en el que diez estudiantes de posgrado presentaron la evolución de sus tesis doctorales, lo que me servía para prestar atención a las tendencias en los últimos tres-cinco años.
El estudio del perfil de la profesión de SEO en España y el del Social Media Strategist, la calidad periodística en los contenidos científicos y sus dificultades, el perfil del profesor asociado en la Universidad, la influencia de los elementos de comunicación en el proceso de conversión digital, la imagen de los mayores en los medios digitales y el tratamiento informativo de la Unión Europea fueron los temas que más me llamaron la atención en una sesión muy crítica y de reflexión, en la que se destacó por encima de todo la necesidad de trabajar la ética profesional en los nuevos perfiles profesionales de la comunicación y esta función solo se puede incentivar desde la Universidad, como se insistió en el debate.
Durante las jornadas se debatieron también otros temas como la situación de los programas de doctorado en Comunicación en España, los procesos de evaluación en comunicación y apoyo a la investigación y la investigación joven y sus posibilidades y obstáculos.
Las jornadas contaron con la presencia de más de un centenar de investigadores, docentes y decanos de las diferentes universidades españolas.
El encuentro sirvió también para reencuentros de colegas, como fue mi caso, que pude charlar detenidamente con Francisco Lorenzo, de la Universida de Alicante, y conocer a otros investigadores con los que, en muchas ocasiones, hemos intercambiado correos e ideas y trabajos, pero no habíamos coincidido.
Francis Paniagua 
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